Cambio Horario, ¿cómo nos afecta?
Como ya sabemos el cambio de hora se produce 2 veces al año, para poder adaptarnos al horario según sea verano o invierno.
Estos cambios tienen repercusiones en la salud (temperatura, producción de hormonas, presión arterial…). Además de producirnos somnolencia y falta de atención (se produce un aumento de accidentes en los 3 días posteriores a dicho cambio).
Los sectores de población más afectados son los niños, ancianos y mujeres.
¿Por qué cambiamos la hora?
Fué en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, con la finalidad de ahorrar energía.
Por nuestra posición geográfica nos corresponde el huso horario de Greenwich (como Inglaterra, Portugal o Canarias), sin embargo vivimos en el horario de Berlín.
Esto se debió a una iniciativa de Franco, adelantó 60 minutos los relojes españoles para sincronizarse con el horario de Alemania, que había impuesto esta norma a los territorios ocupados.
Terminada la guerra, aquellos territorios volvieron a su horario habitual…excepto España.
Efectos negativos: un extra de esfuerzo.
Estos cambios suponen un esfuerzo extra para nuestro organismo.
Nuestro ritmo biológico, un patrón preciso al que le gusta seguir un horario regular, se altera y se des-regula. Los ritmos biológicos circadianos (nuestros relojes internos) no son de 24 horas, sino un horario “natural” (día y noche).
Con lo cual se altera nuestro ritmo biológico, nuestra producción de melatonina (hormona que responde a la luz solar) y afecta a nuestro rendimiento.
Esta alteración se traduce en:
- Más cansancio.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Sensación de no haber descansado al levantarse.
- Mayor irritabilidad.
- Estrés.
En las mujeres, además, ocasiona:
- Alteración de la hormona prolactina.
- Cambios de humor.
- Empeoramiento en síntomas de la menopausia.
- Mayor cansancio y estrés debido a la "multitarea" diaria.
Consejos para evitar los efectos del cambio horario
- Acostarse y levantarse siempre a la misma hora.
- Tener rutinas antes de ir a dormir (leer, darse un baño...)
- Evitar sustancias y alimentos excitantes al menos 6 horas antes de dormir (té, café chocolate...)
- Hacer siestas cortas (máximo 20 minutos)
- Cenar ligero y, por lo menos, 2 horas antes de dormir.
- Llevar una dieta sana, la más recomendable es la mediterranea, pero vital tomar mucha fruta y verdura.
- Hidratarse bién, como siempre beber es fundamental, por lo menos 2 litros diarios.
- Hacer deporte, libera endorfinas que ayudan al sistema anímico. Evitar las horas previas al sueño.
- Reír. La risa estimula la producción de neurotransmisores como la melatonina y la serotonina.
Para finalizar...
No se llega a un acuerdo de como proceder a solucionar estos problemas, seguimos sin saber si, al final, dejaremos el cambio horario como se lleva planteando en el Parlamento Europeo desde hace tiempo.
Se ha comprobado que estos ajustes no ayudan al ahorro energético y que, por el contrario, afectan a la salud de las personas.
Por otro lado, se discute que, tal vez, la solución no pase por quedarnos fijos en el horario de verano o invierno.
Según algunos expertos, las solución mas saludable sería regresar al huso horario que nos corresponde por ubicación geográfica.